JUNTOS CON PICASSO Y BOETTI




GUERNICA

Guernica es, probablemente, la obra cumbre de Picasso, y es una referencia obligada del arte y la cultura occidental. 
Todo el cuadro es un desarrollo expresivo del horror. El Guernica expresa el horror de la guerra por encima del drama de España.
Es una tela pintada al óleo, con 782 x351 cm, que actualmente está expuesta en el Centro Nacional de Arte Reina Sofía, en Madrid.

El Guernica fue un cuadro encargado por el gobierno de la República para la Exposición Universal de 1937.

El motivo del Guernica es el bombardeo que el 26 de abril de 1937 (durante la guerra civil) la aviación alemana hace, en un día de mercado, sobre la población de Guernica (Vizcaya), dejándola virtualmente en ruinas. Los periodistas internacionales relatan inmediatamente las escenas de un drama que conmocionó al mundo. Este es el primer bombardeo aéreo indiscriminado sobre la población civil de la historia.

El cuadro se expuso el 4 de junio en el pabellón de España de la Exposición Internacional de las Artes y la Industria de la Vida Moderna, en París, y causo una profunda impresión.

Picasso jamás explicó el Guernica, ni sus símbolos. Es un cuadro que habla por sí mismo. Pero es necesario hacer un esfuerzo de interpretación. El aspecto general pertenece al cubismo sintético en blanco y negro

En el Guernica no hay un solo personaje varón que pueda considerarse de carne y hueso, lo que hay en el suelo es una estatua. Sin embargo, se multiplican por cuatro las mujeres, y hay un niño muerto. Está la madre desesperada por la muerte de su hijo, una mujer desgarrada, una incendiada y otra perpleja. Además, encontramos el símbolo de la feminidad apuntando a la luz que entra por la ventana.
 
Las mujeres, hacen de Guernica la imagen de una humanidad inocente e indefensa convertida en víctima.
los personajes del Guernica, hombres y animales, tienen la boca abierta para lanzar un grito de terror.

Picasso dibuja una paloma con un ala rota y el pico abierto, símbolo de que la paz se ha roto, de la guerra.

Las casas arden en el interior, lo que es una agresión a la intimidad. La esperanza surge de una flor que crece desde la espada rota que hay en el suelo.

En el Guernica se puede hacer algo más que ver un cuadro. Toda la obra es un gran grito suspendido. Es posible oír el relincho del caballo, el alarido impregnante de una mujer que mira el cielo, el bramido feroz del toro, el terrible gemido de madre y el llanto de las mujeres que miran al caballo, y al fondo, el crepitar de las llamas. En medio de ese atroz estruendo, el silencio de la flor que brota junto a la espada del guerrero un tenue hilo de esperanza.

El artista fue muy involucrado en el movimiento por la paz en el período posterior a la segunda guerra mundial y un buen número de sus obras, incluida ésta, se dedicaron a este tema.